La adaptación de la energía solar al Covid19
Evert Vlaswinkel, Director de EMEA, examina los retos actuales a los que nos enfrentamos, la capacidad de adaptación de Solarcentury y por qué ahora es el momento del cambio.
Para trabajar en el sector de la energía solar es necesario ser resiliente, adaptable y comprometido con el cambio climático. A lo largo de los años hemos superado muchos desafíos. Hemos lidiado con la crisis financiera de 2008, con problemas de suministro, giros en U de políticas gubernamentales, precios mínimos de importación y ahora estamos demostrando nuestro valor en medio de una pandemia global.
Cuando los tiempos se complican, nuestro sector siempre ha permanecido con la vista firme y enfocada en nuestro mayor reto: la construcción de infraestructuras energéticas globales libres de combustibles fósiles. Esto nos ha aportado una gran confianza para enfrentar cualquier desafío porque sabemos que nuestro cometido es el correcto. Y porque comparativamente nuestra responsabilidad nos convierte en actores energéticos mucho más flexibles, ágiles y rápidos.
El negocio de Solarcentury comprende el desarrollo, la construcción, la gestión y la ejecución de las plantas de energía solar. Actualmente tenemos planificado la puesta en marcha de 5GWp en Europa, África y América Latina, y estamos construyendo parques que cuentan con 600MWp de capacidad solar conjuntamente en España y los Países Bajos. Pero, en estos momentos de confinamiento y con nuestros mercados en un estado de bloqueo, cabría preguntarse ¿cuál va a ser el impacto de esta situación en la energía solar?
Desarrollo
Por el lado del desarrollo y la planificación, los permisos continúan. Se han ralentizado, pero afortunadamente siguen avanzando a medida que la mayoría de las autoridades encargadas de la tramitación están demostrando que pueden trabajar eficazmente desde casa.
Al mismo tiempo, nosotros también nos hemos adaptado rápidamente a las nuevas formas de trabajar, para limitar el impacto de COVID-19 en nuestra actividad de desarrollo.
En Países Bajos hemos llegado, incluso, a involucrar a las comunidades locales en el proceso de planificación y desarrollo celebrando consultas públicas. Ante la imposibilidad de realizar ahora reuniones presenciales, hemos publicado los procesos, animando encarecidamente a que esas mismas comunidades nos escriban y se pongan en contacto con nosotros, intensificando la publicación de artículos en periódicos locales y realizando encuestas. También, en Países Bajos, acabamos de ejecutar nuestra primera Noche de Información Digital, permitiendo que la comunidad local próxima al parque solar mantuviera una comunicación con nosotros a través de un foro abierto en línea, cuyas preguntas fueron respondidas por un equipo virtual de ecologistas y expertos solares, demostrando justo lo que se puede lograr a través de nuevos usos de la tecnología.
Construcción
Por el lado de la construcción, también hemos modificado nuestra forma de trabajar. Los parques solares que tenemos en construcción permanecen abiertos pero hemos cambiado nuestros procedimientos de trabajo para permitir el mejor uso de los grandes espacios al aire libre en los que trabajan nuestros equipos, al tiempo que retrasamos cualquier actividad de construcción que requiera que los miembros del equipo colaboren cerca unos de otros.
Las instalaciones se han ampliado para permitir la distancia de seguridad obligada entre los trabajadores, mientras que las zonas comunes han sido cerradas para evitar reuniones grupales. Los conductores que realizan entregas están separados de la fuerza de trabajo habitual y se ha minimizado la presencia de nuevos contratistas en el lugar. Se están proporcionando material de saneamiento, hemos aumentado la limpieza y las charlas informativas de prevención de riesgos al aire libre nos han permitido garantizar que todos los trabajadores sean conscientes de cómo mantenerse seguros frente al Covid19 y qué hacer si se sienten enfermos.
Gracias a estas medidas, la construcción ha podido continuar a través de nuestros territorios, y a un buen ritmo.
Demanda
Estamos en medio de un shock artificial de demanda. Sin embargo, a medida que continúe el bloqueo y confinamiento, el daño real sobre la demanda aumentará, el rebote tardará más tiempo y a los bancos les costará más en volver a la normalidad, lo que afectará a la financiación de la deuda.
Sin embargo, cualquiera que sea la profundidad final de la recesión mundial, esperamos que los servicios públicos se vean menos afectados que otros sectores, y es probable que la generación de energía renovable resulte fuertemente favorecida, dado que es significativamente más rentable y menos volátil que la producción energética a través de combustibles fósiles.
Vale la pena volver a la última crisis económica de 2008, que golpeó a la producción basada en combustibles fósiles. A medida que la demanda de combustibles fósiles se desplomó, nuevas centrales eléctricas se pusieron en marcha y las utilities aprovecharon la oportunidad para reinventarse recurriendo a las energías renovables.
Después de esta última crisis, esperamos que este cambio se acelere una vez más, ya que la generación de energía renovable no sólo es considerablemente más barata que los combustibles fósiles, sino que, como industria, también se beneficia del apoyo de los gobiernos, los responsables políticos y el público en general, que están más comprometidos que nunca a realizar una transición energética mundial.
Perspectivas futuras
Si bien el impacto total de COVID-19 en el sector solar aún no se ha visto (y dependerá de cuánto tiempo tarde la actividad en volver a estar a pleno vapor), hay muchas razones para tener la esperanza de que la energía solar no sólo salga de esta crisis con una posición fuerte, sino que también continúe el crecimiento exponencial que se ha visto en los últimos años.
Los responsables de la política mundial se encuentran ahora bajo una intensa presión para proteger a sus ciudadanos y éste es el momento ideal para fomentar un verdadero cambio transformador, que pueda crear puestos de trabajo, reducir costes y ofrecer un futuro más brillante.
Los líderes mundiales deben cumplir, ahora más que nunca, sus promesas de cambio climático. La mayoría ya están reconociendo el importante papel que la energía solar puede desempeñar en la consecución de energía 100% renovable. Pedimos que todos los paquetes de estímulo post-COVID a las energías fósiles sean restringentes y que utilicen esta fractura en el negocio para dar pasos ambiciosos y mejorar un sistema roto.
Aunque la realidad sea ahora incierta, lo que sabemos con certeza es que la industria solar es resistente, ágil y ambiciosa. Sobreviviremos y prosperaremos al otro lado de la pandemia, y debemos seguir luchando contra lo que sigue siendo la mayor crisis a la que se enfrenta nuestra generación: el caos climático.